Los avatares de la política marcaron el ritmo de los acontecimientos que se vivieron en el país durante el 2013. Por constituir un año político de elecciones generales y de cambio de gobierno, se pudo observar una ralentización en el cumplimiento de muchos de los objetivos de la cooperación internacional y mucho más del cumplimiento de metas gubernamentales. El “vaciamiento” de las arcas estatales que se evidenció en el cambio de mando del gobierno, puso al país en una especie de letargo económico – financiero, desapareciendo prácticamente toda inversión estatal para obras y servicios. Dicho letargo se pudo observar en la actitud de cautela e incertidumbre de funcionarios de todas las reparticiones públicas, y tuvo su efecto en los programas y proyectos de cooperación vigentes y en especial, en aquellos proyectos donde la Asistencia Técnica desarrollada por geAm tenía como beneficiarias a Secretarías, Ministerios y estamentos públicos donde las autoridades contrapartes fueron cambiadas.
El cambio del escenario político que se sintió con el cambio de color en el nuevo gobierno, movilizó varios cambios que ya se venían dando en la cooperación al desarrollo y la tendencia a una mayor participación en la política del gobierno central por parte de las Agencias de Cooperación Internacional como Bilateral, irrumpió en el escenario del nuevo gobierno instalado, sobre todo teniendo en cuenta que el giro principal que se dio con el gobierno instalado en Agosto del año 2013, tuvo que ver con algo que constituyó siempre un interés de la Cooperación y fue, la promesa de una mayor participación del sector privado en el desarrollo e implementación de las políticas gubernamentales. El personalismo en la toma de decisiones que se empezó a sentir en la política del nuevo gobierno, dejó a la mayoría de los partidos tradicionales con interrogantes y con la sensación de agotamiento de discursos anteriores, pues las voces empresariales sonaron y suenan fuerte en apoyo al nuevo gobierno, lo que no puede concluirse que serán precisamente un fenómeno de éxito a futuro, al permanecer intactos los grupos y anillos inferiores donde se enseñorea la corrupción, así como permanecen los círculos de evasión y contrabando que se han venido consolidando en muchos años de “descuido” gubernamental.
La sensación de inicio de una nueva etapa en la política paraguaya, al poco tiempo de instalado el nuevo gobierno, tiene que ver con una sensación de irrupción de un nuevo poder del tipo de “estado patrón”, centrado en el personalismo y en la sensación o halo de éxito empresarial que genera la figura instalada en la presidencia. Sin embargo, la crítica principal que levanta a intelectuales y líderes de la oposición tiene que ver con el hecho que las políticas públicas no pueden desarrollarse solamente con criterios empresariales sino en atención a la situación de vulnerabilidad de comunidades humanas que requieren de inversión en educación, salud y trabajo, con consecuencias positivas en el mediano y largo plazo, lo que corre en sentido contrario del espíritu empresarial que busca la remuneración y el retorno de la inversión en el corto plazo.
Es probable que el nicho de atención de las organizaciones no gubernamentales tengan que ver precisamente con la afinación de la puntería hacia las externalidades sociales y ambientales que puedan ocasionar los emprendimientos y programas emanados de una política pensada en términos exclusivamente empresariales.
La posición de geAm en éste escenario, demandará el esfuerzo de reflexión de sus cuadros directivos y técnicos, así como del concurso de profesionales externos con visiones concurrentes.