Si algo caracterizo al año 2020, fue la irrupción de la Pandemia de Coronavirus, que cambió, al igual que la vida de las personas del país y del mundo, el propio desarrollo de los proyectos y las instituciones. Como nunca antes, el fenómeno que hasta hoy perdura, ralentizó, de golpe, la ejecución de actividades y postergo los resultados pretendidos y prometidos a las instituciones de cooperación, así como a los beneficiarios.
A la pérdida de numerosos empleos y oportunidades de negocios en todo el país, se ha sumado la prácticamente paralización de las actividades académicas de las instituciones de educación formal e informal. El costo económico de la Pandemia no puede aún ser valorado porque tanto el nivel de infectados como de muertes, no disminuye, aunque el proceso de vacunación avanza a pasos erráticos que permiten las instituciones de gobierno. En ese contexto, la cooperación internacional inicia paulatinamente el cambio de su enfoque y suma a la problemática del clima, una de las causas y consecuencias de la PANDEMIA.
El país presenta una situación de calamidad sanitaria, y el hartazgo ciudadano cobra fuerza haciendo suponer que la ciudadanía podría pasar factura política a los representantes del gobierno en las próximas elecciones municipales.
La corruptela política, ligada a los poderes fácticos, empotrados en las estructuras del gobierno, siguen cosechando las mieles que la impunidad les permite y configura asimismo escenarios de muy difícil actuación cuando se trata de implementar soluciones sociales o ambientales, en proyectos desarrollados por las ONGs.
Se debe reconocer que un escenario con muchos avatares, políticos y económicos, como se observa hoy en el país, no constituye el mejor escenario del teatro de operaciones tradicionales de las organizaciones de la sociedad civil.
No obstante, GEAM ha podido capear con ciertas dificultades, el año pandémico, con suficientes proyectos y actividades que le permitieron mantenerse activo y con buena performance. Varios de los proyecto en andamiento venían de ejercicios anteriores iniciados en el año 2019, aunque otros se agregaron durante el año. Al mismo tiempo, se realizaron esfuerzos importantes para participar en concursos y llamados, tanto a título institucional como en consorcio con otras organizaciones.
Una de las evidencias constatadas durante la pandemia, fue el hecho que la organización del trabajo se ha modificado sustancialmente, minimizándose la otrora disposición de grandes áreas de oficinas para albergar a consultores y administrativos, por el trabajo a distancia. El silencio y el trabajo han vuelto a reconciliarse y la tranquilidad que ofrece el nuevo escenario laboral, contrasta con las oficinas ruidosas de ayer e invita asimismo a la necesaria disponibilidad de espacios de reflexión y análisis, y espacios de trabajo en equipo , que sin duda servirán para mejorar los enfoques y métodos de trabajo, que redundarán, finalmente, en la mejora de los proyectos necesarios para el país.